sábado, abril 23, 2005

Desde que la semana pasada el nuevo Papa apareció ante la multitud con cara de Golum, su personaje y toda la curia romana están empezando a convertirse en una obsesión para mí. Googleando Ratzinger junto a Pinochet, he encontrado varias noticias, y en una de ellas he encontrado este perturbador párrafo refiriéndose a la estancia del ahora Papa en el Chile de la dictadura, allá por 1988.

"Ratzinger durmió en el Colegio Instituto Santa María, en la misma pieza donde alojara Juan Pablo II. Al despedirse, dio las gracias a los antofagastinos por su hospitalidad y en alemán firmó el libro de visitas bajo el nombre de Bendikt, el mismo que hoy eligió para su Pontificado".


Me recuerda a lo de "Quiero ser Califa en lugar del Califa".