martes, junio 21, 2005

Fragmentos

Bazin:

Con toda probabilidad, un psicoanálisis de las artes plásticas tendría que considerar el embalsamamiento como un hecho fundamental en su génesis. Encontraría en el orígen de la pintura y de la escultura el "complejo" de la momia. La religión egipcia, polarizada en su lucha contra la muerte, hacía depender la supervivencia de la perennidad material del cuerpo, con lo que satisfacía una necesidad fundamental de la psicología humana: escapar a la inexorabilidad del tiempo. La muerte no es más que la victoria del tiempo(...)

Montaigne:

(...)Que de haber estado en esos pueblos que según se dice viven todavía bajo la dulce libertad de las primeras leyes de la naturaleza, te aseguro que de muy buen grado me habría pintado por entero, y todo desnudo. Así pues, lector, soy yo mismo la materia de mi libro: no hay razón para que emplees tu tiempo en tema tan frívolo y vano.
Adiós pues; de Montaigne, a primero de marzo de mil quinientos ochenta.

Bazin:

(...) La imágen puede ser borrosa, estar deformada, descolorida, no tener valor documental; sin embargo, procede siempre por su génesis de la ontología del modelo. De ahí el encanto de las fotografías de los álbumes familiares. Esas sombras grises o de color sepia, casi ilegibles, no son ya los tradicionales retratos de familia, sino la presencia turbadora de vidas detenidas en su duración, liberadas de su destino, no por el prestigio del arte, sino en virtud de una mecánica impasible; porque la fotografía no crea -como el arte- la eternidad, sino que embalsama el tiempo; se limita a sustraerlo a su propia corrupción(...)

(...)En la fotografía, imágen natural de un mundo que no conocíamos o no podíamos ver, la naturaleza hace algo más que imitar el arte: imita al artista(...)