Una de las cosas que más me gustaron de Ciudadano Kane fue cuando en la secuencia final se plantea un paralelismo entre el personaje y sus pertenencias. Eso posibilita la metáfora entre la muerte de Kane y la destrucción de sus objetos. El trineo en llamas sería la destrucción de esa parte inaccesible de uno mismo y que es la única que nos define con precisión frente a los demás.
Estos días he estado formateando mi ordenador y reinstalando programas. Curiosamente también puedo decir que he formateado mi cabeza.
"...descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos."
1 Comments:
No te asustes, mujer, que no pasa nada. A veces la biblia, si se la lee con distancia, tiene cosas interesantes para un ateo como yo.
Besitos.
Publicar un comentario
<< Home