viernes, junio 17, 2005

Una de las cosas que más me gustaron de Ciudadano Kane fue cuando en la secuencia final se plantea un paralelismo entre el personaje y sus pertenencias. Eso posibilita la metáfora entre la muerte de Kane y la destrucción de sus objetos. El trineo en llamas sería la destrucción de esa parte inaccesible de uno mismo y que es la única que nos define con precisión frente a los demás.

Estos días he estado formateando mi ordenador y reinstalando programas. Curiosamente también puedo decir que he formateado mi cabeza.

"...descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos."

1 Comments:

At 3:39 p. m., Blogger Manolo said...

No te asustes, mujer, que no pasa nada. A veces la biblia, si se la lee con distancia, tiene cosas interesantes para un ateo como yo.

Besitos.

 

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