Felicidades cariño; a última hora las pongo por escrito. Espero que sigas siendo tan maravillosa como has sido en todos estos años que has cumplido, y también espero que en la medida de lo posible perdones esa melonez mía que tan bien conoces.

Mua!!

Cuatro de la mañana. La melancolía impuesta por la cerveza hace que encienda el ordenador. En el fondo sólo somos química.
Obras en los pasillos. Color verde melón.
En el bar de abajo hay gente cantando. Es martes.
Cartel sobre el día de la movilidad en la calle de San Diego.
Ahí mismo remozan la parte de atrás del Palacio Real que hace de cuartel. Dejan el ladrillo al descubierto.
La Tahona prepara el pan de mañana en la plaza del Rosario.
En la calle Esgueva siguen conversando esos dos tipos que conversan todas las noches frente al portal donde se situó la que fue casa de Felix Antonio.
En esta misma calle y Juan Mambrilla vemos multitud de viviendas cuyas puertas son los restos de tantas casas señoriales como en esta ciudad hubo. Cuentan que más de 400 en tiempos.
Velardes y San Juan. Dejo a Pedro: está deprimido.

Valladolid fue. Sólo en el pasado existe. Ese tiempo pasado que queremos conservar.