Esta mañana, mientras estudiaba, me ha venido a la mente una secuencia de Coffe and Cigarettes, de Jim Jarmusch. Es el capítulo en el que dos ancianos hablan de la melodía más increíble jamas compuesta, que según ellos es la que se corresponde al lied de Mahler titulado "Ich bin der Welt abhanden gekommen". Oír esa música surgida de la nada en un teatro Calderón repleto de gente en una sesión de medianoche de la Seminci fue una sensación maravillosa.
Ahí va el texto:
Ich bin der Welt abhanden gekommen
Ich bin der Welt abhanden gekommen,
Mit der ich sonst viele Zeit verdorben,
Sie hat so lange nichts von mir vernommen,
Sie mag wohl glauben, ich sei gestorben!
Es ist mir auch gar nichts daran gelegen,
Ob sie mich für gestorben hält,
Ich kann auch gar nichts sagen dagegen,
Denn wirklich bin ich gestorben der Welt.
Ich bin gestorben dem Weltgetümmel,
Und ruh' in einem stillen Gebiet!
Ich leb' allein in meinem Himmel,
In meinem Lieben, in meinem Lied!
He abandonado el mundo
He abandonado el mundo
en el que malgasté mucho tiempo,
hace tanto que no se habla de mí
¡que muy bien pueden creer que he muerto!
Y muy poco me importa
que me crean muerto;
no puedo decir nada en contra
pues ciertamente estoy muerto para el mundo.
¡Estoy muerto para el bullicioso mundo
y reposo en un lugar tranquilo!
¡Vivo solo en mi cielo,
en mi amor, en mi canción!
Hace poco conocí el significado del texto de Rückert, pero me confirma la afinidad que siento por la música de Mahler, que junto con Schubert y Bruckner forma el grupo de compositores románticos que realmente me hacen hervir las entrañas.